Quédate quieto en la presencia del Señor, y espera con paciencia a que él actúe…. No te inquietes ni te preocupes — que eso únicamente causa daño.” Salmos 37:7-8 Cuando persigues el sueño de Dios para tu vida, vas a tener que pasar por tiempos de espera. Dios usa esos periodos de espera para prepararte y evaluarte para que puedas enfrentar lo que sea que venga en la siguiente fase de tu fe.